Rajoy da patadas a la coherencia

Una vez superados los primeros cien días en la Moncloa, el presidente del des-gobierno español, con complicidades claras de otros partidos de derechas rancios, como CiU, que complementan la mayoría parlamentaria de los «populares», tiene un plan muy bien diseñado con un objetivo claro; desmantelar el bienestar con la excusa del déficit presupuestario, sin tener en cuenta el déficit social que generaran desfachatez mediante. Resumo, pues, quince patadas a la coherencia política de la derecha española que gobierna a golpe de cetro y de decreto.

  • 1 – REFORMA LABORALEl programa electoral del PP no hacia referencia alguna a abaratar el despido, una opción que ellos mismos negaban hasta hace muy poco – Durante la campaña electoral, Rajoy prometió que no abarataría el despido. En enero, Montoro descartó la indemnización a 20 días porqué seria «un enorme e imperdonable error». Al final, sus decretos-ley le contradice.
  • 2 – DÉFICIT – Aún diciendo que no lo haría, Rajoy desafió a Bruselas marcando un objetivo de déficit del 5,8%. Tuvo que tragarse sus palabras y asumir el 5,3% impuesto. – Europa tumbó el objetivo de déficit que fijó, a sus anchas, el gobierno de Sáenz de Santamaría de Rajoy y obligó al gobierno a rectificar. O sea, recortar 5.000 millones más.
  • 3 – IMPUESTOS – Los populares llegaron a Moncloa con la promesa de no subir los impuestos. No ha sido así: han aumentado el IRPF, el IBI y el tabaco.– El presidente afirmó solemnemente en el debate de investidura: «Mi intención es no subir los impuestos» alegando que «no es el camino razonable para generar confianza». En el primer consejo de ministros ya subió algunos, cómo el IRPF.
  • 4 – DEPENDENCIA – El PP no anunció antes de las elecciones el recorte en dependencia y se ha cargado de un plumazo la atención a nuevos dependientes moderados. – «Mejoraremos el modelo de atención a la dependencia para hacerlo más eficiente y sostenible», decía el programa electoral del PP. Los presupuestos comportan un salvaje recorte de 283 millones y ha dejado en el aire la inclusión de nuevos beneficiarios. Lo que era el cuarto pilar del estado del bienestar se convierte en una simple arruga en la alfombra social que para el PP es la ciudadanía.

Y más adelante, más patadas.

 

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